PASIÓN Y DESVELO
Pena del hombre que siente, como el árbol que ya seco
de pronto retoña un día y por no sé que misterio
siente que vive, que anhela, que desea y que… Está viejo.
Martina se fue contigo… Me ha dejado a los pequeños.
Esos que aunque no la olvidan pretenden siempre sus juegos…
Nuestros son esos zagales, llenos de vida y de sueños,
pero aún no han advertido que su padre… Ya está viejo.
Ayer tras del ventanal, advertí desde mí encierro
que jugaban y reían…Que compartían su tiempo
con aquella adolescente de bonitos ojos negros
que con frescura de niña, divertíase con ellos
La miré sin darme cuenta que me ganaba por dentro,
con su risa cantarina, su dulzura y su gracejo
al menearse con la ronda, saltar y brincar con ellos,
y sentí calárseme hondo, las curvas que había en su cuerpo
Insólita sensación, que no sentía hacia tiempo,
porque tras de tu partida, Martina, me tuvo preso
la angustia de la viudez… la suerte de los pequeños…
Y casi ni me dí cuenta…Que me fui poniendo viejo
Por eso es que vengo a ti, Padre que estás en los cielos,
para confesar mi culpa…Porque hoy siento que deseo…
¡Que esa chiquilla me ha puesto de cabeza contra el duelo!
Y sé que eso es imposible… Si ya soy un hombre viejo
Cómo decirle te admiro… Cómo decirle, te quiero
¿Cómo puedo confesarle esta pasión que yo siento?
Si ella es para mis niños, la hermana que no tuvieron.
Si ella es como una hija… Y yo soy un hombre viejo.
¡Ay, Cristo! Como me duele el amor que estoy sintiendo
Porque me ha reverdecido, porque me ha quitado el sueño,
y de día me consumo y de noche me desvelo…
Y ya no puedo evitarlo, habita en mis pensamientos…
Por besar sus labios rojos y acariciar sus cabellos,
por meterme en sus pupilas y navegar por su sueños,
y sentir como palpita junto a mi cuerpo, su cuerpo…
Ya no sé lo que daría… ¡Pero que te estoy diciendo!
Ella es una adolescente y yo,… Soy un hombre viejo
Corre el rumor por la calle…Va tropezando en las piedras,
se introduce en las ventanas, se filtra bajo las puertas…
Son murmullos de la gente. Esa gente que comenta
siempre malintencionada, siempre con maledicencia,
pues se esconden a decirlo, sólo en ruedas lo comentan,
porque disfrutan del daño que causan con sus afrentas.
Nunca ha sido de mi agrado lo que la envidia fomenta
En los ruines comentarios, mucho es lo que se inventa,
tan sólo por hacer daño, por envidia u ocurrencia…
Pero al subir la ladera y bajar por la otra cuesta
he oído en todas partes, que la gente cuchichea.
Me miran de mala forma, y no fingen la imprudencia,
y han logrado confundirme, pues me duele la indecencia
Que es lo que dice la gente… Alucinan y se ciegan
agrandando la patraña plena de cosas que idean
y las echan a rodar, porque la gente es siniestra.
No soportan al que emula, tampoco al que los supera.
Se suman al desprestigio, del fango se regodean,
y cuando se les antoja…Te venden por tres monedas…
Pero el rumor de la gente, gasta y desgasta, con pena.
Rodando llego hasta casa y está parado en la puerta.
Y tengo temor de abrirle, porque presiento pequeña,
que se han metido contigo, porque te saben mi dueña.
y que por causarte mal, con saña y malevolencia,
difamarán tu buen nombre, lesionaran tu decencia
y por tí, tú bien lo sabes, porque creo en tu inocencia,
mis manos pongo en el fuego, mi cuerpo entrego a la hoguera
porque sé que tú eres pura… porque se que tú eres buena…
– Pues abre entonces Jacinto…Tengo limpia mi conciencia.
Y decidida Rosaura se dirigió hasta la puerta…
– ¡No abras, mujer, no abras!... ¿Quién sabe que es lo que esperan?
– Es que venimos por tí – Alguien gritó tras la puerta –
Porque eres Tú, el culpable, por quien todos rumorean
por tus actos indecentes… pues teniendo quien te quiera,
¿Para que buscas mujer, metiéndote en otras tiendas?…
No sufras por la deshonra que pretendías para ella
si ya tú te has encargado de enlodarla, en tu indecencia.
Félix Asencio Garay
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