lunes, 16 de febrero de 2009

Una historia de todos los días

El celular de Isabel la despierta con su musiquita irritante a las siete de la mañana, como todos los días! La chiquilina estira sus largas piernas, sus largos brazos y mira con el entrecejo fruncido su piel clarita, demasiado clarita para esta altura del año, piensa en sus compañeras de curso que hablan de la cama solar, del domingo en la pileta, de bronceadores de todo tipo y sus confundidos dieciséis años se rebelan …¡ qué asco ¡… dice entre dientes y va hacia el baño, se baña, se viste de mala gana pensando que tendrá que llevar la misma blusa porque olvidó planchar la de cuadritos azules…cepillando su largo cabello va hacia la cocina comedor, en donde su madre está cosiendo desde vaya a saber que hora!...la madre levanta la cabeza y le dice: –“ Hola Isa, mirá, te planché la blusa, y en el termo tenés café con leche”- Isabel piensa en donde andará su padre, no lo vé casi nunca, el buen hombre se va de madrugada y vuelve tardísimo, “ Va a caminar para no pensar”- , dice su madre. Isabel piensa en su padre que volvió del lío de las Islas Malvinas con una sola pierna y le parece ridículo que apoyándose en su bastón casero que él mismo cepilló y cortó, se le ocurra caminar Dios sepa donde en vez de quedarse en casa a hacer algo.
La chica toma unos sorbos de café y su madre le extiende unos billetitos y monedas, para viajar y para comprar un sándwich, todos los días es así, el padre ausente, la madre cosiendo para doña Mercedes, una vecina que vive de pasados esplendores porque es viuda de un senador ( que según dicen los vecinos mas viejos era un reverendo sinvergüenza ) pero doña Mercedes presume y suspira mirando el marco plateado desde el cual sonríe su difunto marido.
Ese día Isabel y cuatro compañeras piensan hacerse la “rata”, como viven en un barrio que orilla Vicente López, planean ir al centro, lo tienen todo calculado, Laura, una de las chicas es la que tiene mejor provisto el monedero, sus padres tienen verdulería, entonces Laura de tarde en tarde da una mano y recibe elogios y alguna platita de su padre don Genaro, un italiano buenazo que vé por los ojos de su nena.
Isabel se despide, la madre dice:-¡Cuidate hija! Y la chica corre para tomar el colectivo, diez cuadras después desciende, camina cuatro cuadras y allí están las otras chicas, riendo y pintándose los ojos un poquito. Contentas, emocionadas por la aventura de ese escape, planean hacia donde ir, hace calor , ya son casi las nueve y media, van hacia un quiosco y comparten una gaseosa, caminan mirando vidrieras, Isabel piensa que ella jamás podrá ni soñando comprarse esas remeras y siente una rabia sorda, se le mezcla todo, la madre siempre cosiendo para la viuda del senador, ¡vieja vanidosa piensa! Y en su padre caminando por ahí, dando lástima con ese bastón. Las chicas le dicen: ¡Qué cara che! ¿Tenés miedos de tus viejos?...¡qué boba sos! ¡Ni se van a dar cuenta que no fuimos al cole!
Llegan a la Avenida, el tráfico está a full, esperan el paso del semáforo, pero un auto sigue de largo, se escuchan gritos, frenadas chirriantes, gente que corre, otros que miran, Isabel y las chicas se acercan curiosas, Laura pregunta ¿Qué pasó?...Una señora le dice:-“Atropellaron al canillita que hace años vende diarios en esta esquina… ¡ pobre hombre! Yo lo conozco, siempre soñando con que la hija va a ser abogada y entonces se plantará ante el gobierno que le debe tanto dinero!!! – llega una ambulancia, la gente se retira y entonces Isabel vé que un camillero levanta un bastón muy conocido, mientras otros dos colocan en la camilla a un hombre que se queja débilmente - ¡ está vivo dice la gente! ¡Que suerte!... ojalá se recupere tan buena persona que es (dice otra señora)….Isabel no puede decir nada, nada ¡nadaaaaaaaaaaaaaaaa! ….Porque el vendedor de diarios ¡es su padre!

Mirna Landa

viernes, 6 de febrero de 2009

Palabras a mi hijo

Llegaste a mí de repente...
Nos sorprendiste...
Fé, esperanzas, ilusiones...
¡Siento que existes!

Todo a partir de hoy,
sé que es distinto.
Vida tengo dentro mío...
¡Dios está conmigo!

Una luz iluminó mi casa,
tú la trajiste.
Mi corazón late más fuerte...
Yo soy tu abrigo.

Eres

Eres angustia y desvelo
con tu vida inigualable,
donde se conjuga el ansia
con el desvelo imposible...
Eres imagen de un alma,
por virtud inimitable...
¡Eres mi ángel de la guarda!
¡Eres mi diosa intangible!
Eres..¡Madre, inolvidable!

Sin sentido

Me pregunto ¿Si el sentir
de la vida es el amar?,
y me condeno a vivir,
y me dispongo a olvidar.

Mas no pueden pretender,
porque no tiene sentido,
que ponga nubes de olvido,
también, sobre este querer.